El término trabajo forzoso se refiere a cualquier relación laboral impuesta por una persona a otra sin el libre consentimiento de esta última. Se emplea a personas contra su voluntad bajo amenaza de pobreza, violencia, coerción u otras formas de agresión contra la persona de que se trate o su familia. Además de las primeras formas de servidumbre, el trabajo forzoso también implica actividades forzadas realizadas para pagar determinadas deudas. Cualquier forma de trabajo forzoso es ilegal, según la Constitución rumana, la legislación de la Unión Europea y las disposiciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
A continuación podrá conocer cuáles son las disposiciones legales relativas al trabajo forzoso, qué casos no constituyen trabajo forzoso y qué sanciones se aplican en caso de descubrimiento de personas obligando a otras a realizar trabajos forzosos.
Marco legal
El trabajo forzoso está regulado por el artículo no. 4 del Código del Trabajo, por el Convenio Internacional sobre Trabajo Forzoso u Obligatorio núm. 29/1930 y el Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales de 1950.
Artículo No. 4 del Código del Trabajo menciona, en el primer párrafo, que está prohibido el trabajo forzoso, tras lo cual, en los párrafos siguientes, el término se define como «cualquier trabajo o servicio impuesto a una persona bajo amenaza o para el cual la persona no ha expresado su consentimiento libremente». Posteriormente, el mismo artículo menciona situaciones que no se consideran trabajo forzoso u obligatorio. El Convenio Internacional sobre Trabajo Forzoso u Obligatorio refuerza y complementa los casos que no se consideran trabajo forzoso u obligatorio.
Luego, a nivel continental, el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales establece que “nadie puede ser sometido a esclavitud o servidumbre”, y luego, en el artículo núm. 4, párrafo 2), se repite la idea: «nadie puede ser sometido a trabajos forzosos u obligatorios».
¿Qué no constituye trabajo forzoso?
Según el artículo núm. 4 del Código del Trabajo y el artículo núm. 42 de la Constitución rumana, las siguientes situaciones no constituyen trabajo forzoso:
- Las actividades impuestas por los poderes públicos en virtud de la ley sobre servicio militar obligatorio. Además, la Ley núm. 395/2005, según sus modificaciones posteriores, prevé la suspensión del servicio militar obligatorio en tiempos de paz y la transición al servicio militar voluntario;
- Actividades impuestas por las autoridades para cumplir con las obligaciones cívicas establecidas por la ley;
- Las actividades impuestas por las autoridades con base en decisión judicial de condena firme, conforme a la legislación vigente;
- Actividades impuestas por las autoridades en caso de fuerza mayor, guerra, catástrofe o amenaza de catástrofe tales como incendios, inundaciones, terremotos, epidemias, epizootias, invasiones de animales o insectos, así como otras circunstancias que pongan en peligro la vida o las condiciones normales de existencia de el conjunto la población o parte de ella.
Además, la Convención Internacional sobre la obra forzado u obligatorio también dice que «el trabajo rural menor, es decir, el trabajo realizado directamente en interés de la comunidad por sus miembros, trabajo que, por lo tanto, puede considerarse como obligaciones cívicas normales de los miembros de la comunidad, no se considera trabajo forzoso, siempre que la propia población o sus representantes directos tengan derecho a pronunciarse sobre la justicia de estas obras».
El Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales no considera trabajo forzoso u obligatorio los siguientes casos:
- cualquier trabajo normalmente impuesto a una persona sujeta a detención en las condiciones prescritas por la ley o durante el período de libertad condicional;
- cualquier servicio o trabajo que forme parte de los deberes cívicos normales.
Finalmente, el profesor de derecho civil Corneliu Bîrsan menciona, en su libro «El Convenio Europeo de Derechos Humanos, Comentario a los artículos, Vol. I: Derechos y Libertades», otras cuatro situaciones que no constituyen casos de trabajo forzoso:
- suspensión de la prestación por desempleo, provocada por la negativa del interesado a aceptar un empleo;
- las actividades jurídicas prestadas por un abogado, dentro del programa de asistencia jurídica civil de oficio;
- la obligación de reducir los honorarios notariales, en los casos expresamente determinados por la ley, para determinadas categorías de personas;
- la obligación impuesta a algunos jueces de cumplir, sin remuneración, los deberes de algunos compañeros ausentes del trabajo, para poder desempeñar con normalidad el acto judicial.
Por otro lado, cuando se impone la necesidad del trabajo forzoso (por ejemplo, en los casos anteriores), se recurre a este tipo de trabajo, según el Convenio núm. 29/1930, sólo cuando previamente se hayan cumplido las siguientes condiciones:
- que el servicio u obra a realizar represente un interés directo e importante para la comunidad llamada a realizarlo;
- que el servicio o trabajo es de necesidad presente e inminente;
- que era imposible conseguir mano de obra voluntaria para la ejecución del servicio u obra, aunque se ofrecieran SALARIOS y condiciones de trabajo al menos iguales a las que se practican en el territorio interesado en trabajar;
- que el trabajo o servicio no supondrá una carga demasiado pesada para la población actual en relación con la mano de obra disponible y la capacidad para realizar el trabajo;
- que la realización del trabajo o servicio no obligará a los trabajadores a desplazarse de su residencia habitual;
- que la realización del trabajo o servicio se dirigirá, según las exigencias de la religión, la vida social o la agricultura.
¿Qué sanciones existen para quienes imponen trabajos forzosos?
Según el número de artículo. El artículo 212 del Código Penal estipula que quien obligue a otros a realizar un trabajo en contra de su voluntad estará sujeto a sanciones penales de conformidad con la ley. Por tanto, el trabajo forzoso se castiga con una pena de prisión de uno a tres años.
El derecho rumano, europeo e internacional prohíbe el trabajo forzoso en la mayoría de los casos. Las excepciones incluyen fuerza mayor u otras circunstancias, como ciertas actividades judiciales o la ejecución de sentencias firmes. Salvo las excepciones anteriores, las personas que obliguen a otros a trabajar serán castigadas de conformidad con las leyes vigentes.
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